domingo, 18 de diciembre de 2011

Final famélico.

Mil latidos por silencio.
Unas pupilas que rodean sombras que no están.
Manos que resbalan todo lo que intentan tocar.
Aire que se escapa de tu boca mientras esperas en la calle.

Temo a tu corazón más que a mis latigazos.
Me da pánico sentir el sol desde tu piel.
Siento que me muero dentro si no hago algo estúpido.
Tengo la extraña sensación de volver a caer.

A penas son las dos, y aún me consumo dentro.
Siento que esta vida pasa algo veloz, y que me puede el miedo.
Me pides una explicación, yo parezco estar mintiendo.
Al decirte un desolador; no te comprendo.

Luchar con el despertador para seguir durmiendo,
desaparecer por el reloj, que me consuma el tiempo.
Hoy no consigo entender el guión, hoy me puede el tedio.
Quizá soy un tanto precoz, pero no resisto tu invierno.

No entiendo esta situación, en la que parece que aún te estás riendo.
Y en el cristal queda el vapor, cenizas para el infierno.
No comprendo esta sin razón, me quema tu aliento.
No consigo seguir el guión, creo que me estoy perdiendo.

Es tan encarnizada esta batalla… no sé quién va ganando.
Un intercambio de golpes sin compasión, que nos está asfixiando.
Duele tanto esta hinchazón, nuestro corazón asmático.
Mirar dentro de tu habitación, y ver el mismo cuadrilátero.

Puede que prosiga el show, puede que te esté mintiendo.
Que no encuentre la razón que me haga seguir viviendo.
Puede que hoy el perdón, se base en sernos sinceros.
Dicen que este dolor, lo acabará arrastrando el viento.

Vamos a quebrar la voz, que se intimide el viento.
Olvidemos la compasión, que el instinto sea el tintero.
Dentro de esta sin razón nos está machacando el tiempo.
Terminemos esta relación que nos lleva a un fin famélico...

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